Para OCU sería más efectiva una reducción obligatoria de al menos el 10% de azúcares añadidos en los productos procesados. El Consejo de Ministros aprobará este viernes una subida de los impuestos especiales de tabaco y alcohol y fijará un nuevo gravamen sobre los productos con alto contenido en azúcar. Este gravamen ya se está aplicando en países como Reino Unido y se justifica como una medida tendente a mejorar la salud y a reducir el alto consumo de azúcar que se sitúa actualmente en 94 gramos por persona al día en España.
La Organización de Consumidores y Usuarios ha expresado su poca confianza en este tipo de medidas, las cuales entiende que solo sirven para recaudar más impuestos sin atender en realidad al supuesto objetivo de mejora de salud de los consumidores. Para OCU este tipo de impuestos no sirven para desincentivar el consumo de bebidas azucaradas pues solo incrementará en unos pocos céntimos cada envase, y además lo recaudado no se invertirá en campañas para la promoción de hábitos saludables
En opinión de OCU, tal y como se viene reivindicando a través de la campaña “Menos Azúcar, Más Sano” , es necesario avanzar desde los acuerdos voluntarios de reformulación hacia medidas que hagan obligatoria una reducción de al menos el 10% de azúcares añadidos en los productos procesados, sin que ésta venga acompañada de una sustitución por edulcorantes.
Además de ello para OCU es fundamental lograr un mayor control en la publicidad dirigida a menores y que los consumidores sean capaces de conocer la cantidad exacta de azúcar añadido a los productos. Por ello reclama que sea obligatorio para los fabricantes indicar en el etiquetado la cantidad de azúcares añadidos.
Por último desde OCU se subraya la necesidad de impedir que productos con altos contenidos de azúcar como por ejemplo galletas, bollería o lácteos, puedan llevar alegaciones de carácter nutricional o de salud, o avales científicos que los respalden; al tratarse de productos con una excesiva presencia de azúcar y por tanto poco saludables.