OCU anuncia que con motivo del día Mundial de los Derechos del Consumidor este 15 de Marzo comienza la campaña “No Tires la Comida” contra el desperdicio alimentario www.ocu.org/movilizate/no-tires-la-comida donde pide el apoyo de los ciudadanos para pedir una ley que impida que la comida acabe en la basura.
Los datos acerca del desperdicio de comida son alarmantes. Entre un 30-50% de los alimentos comestibles acaban desechados. Según la Comisión Europea España es el séptimo país que más comida desperdicia después de Reino Unido, Alemania, Holanda, Francia, Polonia e Italia.
El desperdicio de alimentos tiene implicaciones no sólo a nivel económico sino también humanitario y medioambiental En España, según el MAGRAMA, se desperdician 7,7 millones de toneladas de alimentos cada año. En hogares españoles se desperdician 1,36 millones de toneladas por ello OCU cree que uno de los objetivos de la estrategia para reducir el desperdicio pasa por la concienciación de los consumidores para evitar tirar comida a la basura.
Pero una mayor concienciación no es suficiente, OCU cree que por razones humanitarias es necesario donar la comida sobrante cuando aún está en buen estado, o darle otros usos cuando ya no lo está. Por ello esta iniciativa tiene como objetivo exigir al Gobierno y al resto de administraciones implicadas una regulación que frene de manera efectiva el desperdicio de comida. Países como Francia ya disponen de un marco legal que impide que los supermercados tiren a la basura alimentos. Una regulación que incentive y favorezca la donación y ordene la gestión de los alimentos desechados de forma respetuosa con el medio ambiente.
OCU pide colaboración a todos los consumidores para lograr el mayor número de firmas posibles para impulsar su propuesta ante los diferentes representantes sociales y la Administración. Para OCU esta regulación debe contemplar las siguientes medidas: Establecer medidas para que todos y cada uno de los agentes implicados en la producción, generación, distribución y comercialización de alimentos donen o cedan los alimentos que descarten a bancos de alimentos, alimentación animal o abonos, en este orden.
Prohibir prácticas que impliquen estropear los alimentos haciéndolos inservibles para su consumo.
Incentivar la donación mejorando los beneficios fiscales para aquellas donaciones de alimentos que tengan como destino bancos de alimentos, ONGs.
Exigir fechas de consumo preferente y caducidad acordes a criterios de calidad y seguridad alimentaria, no en función de intereses económicos particulares. Fomentar la reutilización y el reciclado de los productos alimentarios sobrantes que no puedan ser donados como tal. Priorizando en este orden su aprovechamiento: Transformación en otros productos, alimentación animal, compostaje o producción de biogas.