El Presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont ha señalado a la BBC que anunciará en una semana la independencia de Cataluña lo que la llevaría a convertirse en una Kosovo, alejada de la UE. Oryzon Pharma empresa de biotecnológica ha anunciado su cierre en Barcelona para irse a Madrid, y Europa amenaza con que no habrá Agencia Europa del Medicamento, en Barcelona, en esta circunstancia. Otros destacados testimonios de la incertidumbre empresarial en Cataluña son, entre otros, el de el presidente de Mercadona, Juan Roig, que se mostró este martes «muy preocupado» y «asustado» por la situación que se está viviendo en Cataluña y pidió a los políticos que «solucionen este problema» porque es «su trabajo» a través del «diálogo y el entendimiento». Además la banca catalana lidera las caídas en el Ibex 35: Sabadell se deja un 5% y CaixaBank un 4%…
En este último sentido, mientras la parte de la economía subvencionada catalana -a la que no le importa que no funcione la economía, porque creen que cobrarán siempre- paralizan el Parlament catalán y ocupan masivamente las calles, con las familias, deudos y proveedores de los 450.000 empleados públicos autonómicos y municipales dependientes de estas administraciones, (unos 2,3 millones de encrespados hooligans dirigidos por caciques y 10 diputados anarquistas de la CUP, que marcan la agenda a todo un país… ) el resto de la economía catalana, -que vive de que la economía funcione- tiembla, asustada ante el miedo a ser señalada, mientras las fuerzas políticas españolas que deberían poner cohesión y coherencia a esta situación y exigir firmeza en la labor de las fuerzas del estado en funciones judiciales, abandonan el terreno al independentismo, envueltos en complejos, en lugar de amparar el contundente cumplimiento de la legalidad, en medio de esta opereta de niños en hombros de irresponsables, en medio del anuncio de un desalojo policial con antidisturbios y de ‘infoxicaciones’ de fotos y dedos rotos que nunca fueron tales.
De lo contrario, ¿estaremos abocados a amparar roturas de bienes públicos o privados de escaparates y mobiliario urbano, como en Venezuela o el Bronx, sin que intervenga las fuerzas de seguridad para evitarlo, solo porque sean muchos los ‘desbordadores del orden’?