Jordi Évole lideró la noche del domingo con lo que parecía un programa promocional de Mercadona y terminó siendo el mayor ataque de una parte de sus trabajadores a las actitudes y presiones de la empresa con trabajadores y proveedores. “Salvados: El Fenómeno Mercadona”, lideró el domingo con 18,0% y 3.651.000 espectadores.y consiguió anoche un gran dato de audiencia con un programa seguido mayoritariamente en televisión que generó amplia polémica en redes sociales entre defensores y detractores del modelo de negocio esta cadena de supermercados que «arrastra» a su competencia a similares presiones a sus proveedores para dar similares precios a los de Mercadona, explicaron algunos proveedores y trabajadores. El propio Évole quiso recordar ante los directivos de Mercadona, que «el primer invitado al programa fue el Presidente del Grupo Juan Roig», quien podría haber aclarado algunos de los aspectos denunciados en “Salvados: El Fenómeno Mercadona”. Inmediatamente después se subieron videos resumen del programa por terceros que fueron denunciados por la cadena por «no tener derechos de autor».
La parte autopromocional de Évole comenzo con Toni Martínez, director de comunicación de la empresa, que dijo que “primero hay que satisfacer el jefe, que es el cliente, y luego vienen las ventas y el beneficio”. ”No bajamos el salario de los trabajadores, no bajamos la calidad, no bajamos los precios al proveedor… Satisfacemos al jefe, al trabajador, al proveedor, a la sociedad y al capital”, explicaba el dircom que precisó que ”el que entra cobra 1.100 euros netos al mes y va incrementando cada año un 11% hasta el cuarto año en que cobran 1.420 netos al mes”.
Pero a los diez minutos el programa dió la vuelta sobre sí mismo y ofreció el relato de de otros actores como representantes de trabajadores, proveedores y un abogado laboralista que mostraron la cara oscura del fenómeno, hasta afirmarse por el abogado que “la relación de Mercadona con sus trabajadores es de tipo autoritario-agresivo”, explicando este fenómeno de modelos de la cadena. La discrepancia partía del reconocimiento de un buen nivel salarial para añadir que esto obliga a «una prohibición no escrita de no poder caer enfermos, con muchísimos problemas para coger la baja”, según una empleada gallega de la empresa. Un proveedor denunció ”Cuando conseguías mejorar tus márgenes, ese margen se lo quedaba Mercadona. Estábamos completamente controlados, éramos su empresa, y así ha conseguido hacer su red”. Así Agustín Catalá, director de compras de Mercadona, (foto) aseguró que “no se ponen límites” a los beneficios de los proveedores. “Los datos avalan que el modelo funciona».
La explicación del abogado dió luz a un nuevo término legal, poco habitual ”Mercadona es una empresa autoaseguradora», al estar exenta de pagar las cotizaciones a la Seguridad Social al pagar ella misma las bajas al trabajador. «Eso es legal, pero cuanto menos tiempo esté un trabajador de baja más beneficio económico obtiene”, señaló el abogado, mientras los empleados, uno de ellos ex encargado de centro, explicaban las presiones a los trabajadores para no pedir bajas y las dificultades de su MUtua Médica para darlas, lo que obligaba a tener que ir a médicos de la Seguridad Social para pedirlas, lo que les convertían en personas, presionadas «y a las que se señalaba con la «t» de terroristas».
La directora de relaciones externas de Mercadona, Patricia Cortizas, quitó hierro a las acusaciones y hasta sentencias de Tribunales Superiores, indicando que “dentro de los 76.000 trabajadores es cierto que puede haber gente que no haya visto sus expectativas cubiertas”, aunque reconoció un «índice de absentismo del 1,5%”.
El modelo de la cadena de supermercados valenciana presidida por Juan Roig logró que el 82 % de los productos que lanza al mercado tenga éxito, según un estudio del instituto Cerdá y todo eso siguiendo con la política de precios siempre bajos de la cadena.Y si no existen peros en su modelo empresarial y su política de I+D, la cara menos amable de Mercadona aparece en el trato con sus trabajadores, sobre todo cuando caen enfermos y necesitan una baja laboral, según el relato de María, una trabajadora gallega, y de Roberto, un excoordinador de uno de los supermercados.
En la guerra de comunicación en redes sociales se puso en cuestión la forma de buscar becarios de la productora del programa en 2012 de la que usuarios de Twitter recordaron la oferta de empleo de El Terrat -encargada entonces de producir el programa de Évole- en la que se buscaban redactores para hacer prácticas sin remuneración a cambio.