“El tercer miércoles de cada mes (del Club de Creativos), está asegurado” y ya tiene fecha para su próxima reunión: 19 de octubre 2011. La sesión de este primer miércoles de mes comenzó con José Luis Moro, director general creativo de Remo, hablando del futuro profesional. Moro mantuvo conversaciones con cinco jóvenes socios sobre sus porfolios. Después Ezequiel Triviño, Presidente del C de C comentó que estos Encuentros en el tercer miércoles estaban todavía en beta y se aceptaban comentarios, críticas o sugerencias. En la charla Ricardo Llavador, ideólogo del evento, miembro de la junta, y director creativo interactivo de Grey, situó el evento como punto de reunión, donde la gente enseñe trabajos y proponga cosas interesantes para sentir que se lleva algo de inspiración puesta.
En la primera intervención del ilustrador Óscar Llorens, antiguo creativo interactivo en La Despensa que presentó cinco proyectos de cinco ilustradores y habló de James Jean porque a sus 32 años se ha retirado (en el 2008) para dedicarse a la pintura y a trabajos personales. Llorens destacó sus portadas de “Fábulas” como uno de sus mejores proyectos. “Una portada se ha llegado a vender en E-bay por 15.000 dólares”. De sus habilidades con el trazo, Llorens destacó de él, ser un ilustrador clásico que hace un perfecto uso de las herramientas digitales y su impecable exageración de la perspectiva.
Otro trabajo comentado fué el del ilustrador israelí afincado el Londres, Noma Bar. De sus proyectos destacó el libro “Many faces” . Llorens define este trabajo como sorprendente por la unión de la ilustración y el diseño gráfico en pocas líneas y muy bien marcadas. Esta habilidad ha hecho que muchas de sus piezas hayan formado parte de importantes publicaciones como The New York Times, The Guardian, Esquire, The Economist, entre otros. “Su obra me encanta porque es efímera, y por eso tiene tratamiento de obra de arte”. Así describe Llorens el trabajo de ilustrador cubano Jorge Rodriguez y en especial su obra “Identity”. Un proyecto que realiza en Barcelona y que consta de 34 ilustraciones de caras pintadas a carboncillo en las fachadas de varios edificios de Badalona.
Llorens también se refirió a la calidad de la ilustradora argentina afincada en Madrid, Bárbara Perdiguera, cuyo trabajo ha sido en varias ocasiones portada de la revista Metropoli. Resaltó todos sus proyectos como especiales y muy artesanales, aunque se centró principalmente en sus dioramas. «Los primeros pasos son los habituales en el trabajo de un ilustrador; Perdiguera boceta y digitaliza. Tras estos pasos comienza el proceso de ropaje de los personajes y posteriormente lo más complejo», según Llorens, «el troquelado y el corte y pegado de los elementos». “Si te equivocas en el troquelado, tienes que empezar el boceto desde cero”, concluyó.
Por último, Llorens comentó el trabajo de Señor Studio, diseñador de todos los personajes de Pocoyo. Contó su último proyecto (en el que mezcla el diseño con la animación) “Doomed”; un documental que narra las peripecias de varios animales a los que la evolución los ha tratado mal y su vida va al revés del mundo. Para Llorens, Señor Studio es una referencia por su especialidad en el diseño de personajes, los dibuja en 2D. Para finalizar, Llorens, mostró un trabajo propio; de hecho el trabajo en el que está ahora involucrado: la creación de una tipografía llamada “Migrañas”. Tanto es así que sólo tiene dos letras hechas; la “A” y la “O”. Se trata de una tipografía cuyas letras están rodeadas de tentáculos. “Los tentáculos simbolizan lo que siente una persona cuando tiene migrañas”, terminó Llorens.
Tras Llorens, Llavador presentó a la “la rubia más fea de Chueca, que luego fue la rubia más fea de Arturo Soria, después de Edimburgo y actualmente de La Latina”. Resultó que el personaje ni era rubia, ni era fea; ni siquiera era rubio o feo. Se refería a Antonio Dyaz, un polifacético artista, actualmente centrado en el cine, que acaba de volver de Edimburgo y que se encuentra en pleno proceso de producción de su tercera película, «El Lobito». Dyaz, que arrancó carcajadas del público, explicó su particular método de creación y, lo más importante, de producción y financiación de sus películas. Dyaz no trabaja como un director de cine al uso ya que sus proyectos transcurren al revés de como suele ser habitual en la arquitectura del cine. Primero hace el trailer, le pone música, luego empieza a pensar de qué va ir la película y finalmente rueda el film. Este es el sistema de creación que utiliza desde su primera película, y no le va mal porque tiene recursos para todo. ¿Qué mi película no se proyecta en el cine porque no tiene distribuidora? Pues Dyaz monta una distribuidora, y así consiguió proyectar su primera película en los cines Ideal de Madrid.
Pero de esta anécdota ya ha pasado tiempo y cada uno de sus trabajos está marcado por una diferente. Su segunda película, de nuevo sin presupuesto, se rodó en una antigua fábrica de Repsol en las Islas Canarias. Según cuenta, Dyaz los actores entre los que se encontraba Coque Malla y Silke, nunca más hicieron cine…. y Dyaz lo entiende. Dyaz confesó que ha montado muchas empresas y que ha hundido muchas. “Pero el hundimiento no es malo, todo lo contrario. Y no descarto volver a hundirme otra vez, estaría incluso encantado”. Para Dyaz la ruina provoca desesperación y ésta da pie a ideas descabelladas y también grandiosas. Su último experimento ha sido la «mopacámara». Una mopa con robot incorporado y provista de una cámara que va grabando cuantos objetos encuentra en el suelo. Juntos, la mopa y la cámara , recorren lugares que nuestro ojos jamás hubieran visto. El visionado de las imágenes de su nuevo invento «es subyugador», señaló Dyaz.
Dyaz retrató los detalles de cómo se le ocurrió una fórmula barata para crear la banda sonora de El Lobito. “Necesitaba una música potente y grandiosa, pero una vez más, no tengo presupuesto. Así que le di la vuelta a la banda sonora de Bitelchús de Danny Elfman y compuse la música al revés. Ya veré que pasa con los abogados”, concluyó Dyaz. Para finalizar, los asistentes vieron en primicia el trailer de lo que será su ultima película “El Lobito” y tras finalizar, Dyaz consiguió que toda la sala se convirtiese en protagonista improvisado de la película gracias a un cámara colocada estratégicamente que grabó el aplauso de los asistentes. Esta secuencia del público del Encuentro en el tercer miércoles será parte del film “Lobito”.
