la diputada del PSOE, Teresa Cunillera, asumió este viernes proponer a la Mesa del Congreso de los Diputados la elaboración de una regulación de los Lobbys en España, como parte del I Encuentro de Public Affairs y Lobby, organizado en ICADE por ADECEC La participación de los politicos en las acciones de lobby o su desemmbarco en empresas con las que se han relacionado en su gestión en la administración fue otro de los temas tratados y si estaba dentro de la ética de estas relaciones. Las nuevas tendencias apuntan a una creciente integración de la Comunicación y las Relaciones Públicas con los servicios de Public Affairs y Lobby, una combinación en la que el rol de las consultoras que aúnan los dos ámbitos es cada día más relevante. Esta ha sido una de las principales conclusiones del I Encuentro de Public Affairs y Lobby, organizado en ICADE por la Asociación de Empresas Consultoras en Relaciones Públicas y Comunicación (ADECEC).
Durante la jornada, que ha contado con la participación de agencias integradas en ADECEC como Grayling, Ideograma, Inforpress, Ketchum, Kreab &Gavin Anderson, Mas Consulting Group y Weber Shandwick – junto a responsables de DIRCOM, directivos empresariales y una representación del PP y del PSOE-, se ha resaltado la aportación fundamental de las consultoras de comunicación que ofrecen servicios de Public Affairs y Lobby, se puso de manifiesto la necesidad de una gestión certera y medida de comunicación-relaciones públicas en las estrategias de Public Affairs y Lobby con un creciente protagonismo de la participación ciudadana y las nuevas tecnologías.
En su presentación, Teresa García Cisneros, Presidenta de ADECEC ha destacó que “nunca antes hemos reunido tantos lobbystas españoles en una misma sala para debatir en una jornada propia los retos del sector en España”. Los participantes han ahondado en las distinciones entre Bruselas y España en cuanto a entendimiento y trabajo. Cada vez más empresas españolas buscan un sitio en Bruselas como plataforma no sólo para llegar al resto de mercados europeos sino por su influencia también en las relaciones de países del G20 como EEUU, Rusia, Brasil y otros en Asia.
Las conclusiones más destacadas expuestas a lo largo de la jornada se han centrado en tres valores clave: la “experiencia de Bruselas”, la necesidad de una regulación propia y el imprescindible papel de la formación para un adecuado desarrollo profesional de esta actividad de creciente importancia en nuestra sociedad. Para el Presidente de EPACA, Karl Isaksson la asociación de consultoras de Public Affairs europeas, la principal diferencia entre nuestro país y lo que se percibe en Bruselas es que en la capital europea, las relaciones de las instituciones con las agencias ya están consolidadas. Llegado desde Bruselas, Isaksson ha resaltado la presencia proactiva y productiva del sector de los Public Affairs en Bruselas, clave en la comprensión de las prioridades de la política a la hora de evaluar las oportunidades y los riesgos inherentes a esta actuación con el fin de construir redes y relaciones clave para el desarrollo empresarial y legislativo. Como anécdota a la hora de describir un Lobby tan sofisticado como el que se desarrolla en Washington frente al europeo, se ha mostrado rotundo: “ la diferencia es (la cantidad de) dinero”.
A continuación se han desarrollado tres paneles en los que se han analizado las diferencias entre el Lobby en España y Bruselas, el efecto sinérgico entre comunicación y Public Affairs, así como los desafíos y oportunidades en el diálogo Instituciones y Empresas. En la primera de estas mesas de ponencias, Bart Wauters, Director de Comunicación y Public Affairs de Grayling habla del escepticismo existente en Europa sobre cómo se desarrolla el lobby en España. Sin embargo, cuando llega el momento de actuar, las compañías internacionales quedan satisfechas ya que los resultados se consiguen. Para Alberto Lahoz, Responsable de Regulatory y Public Affairs de Weber Shandwick ha señalado la necesidad de cambios en nuestro país destacando la importancia de un código inexistente en España con el que cuenta Bruselas.
En el encuentro se ha destacado la conveniencia de la regulación del lobby teniendo en cuenta además, la importancia del coste de no estar presente de manera coherente en Bruselas. Esteban Egea, Secretario de la Junta Directiva de APRI solicita el mismo marco regulatorio del lobby en Europa para aplicarlo en España. Alberto Lahoz, Responsable de Regulatory y Public Affairs de Weber Shandwick considera la necesidad de un registro obligatorio o voluntario debido a que entre otras cosas, la sociedad no entiende bien a qué se dedica un lobbysta llegando a malos entendidos. Lo antiguo era pensar que solo los ex políticos con contactos e influencias podían ejercer esta labor y eso ha llevado a una mala imagen del colectivo. Jaime Olmos Director de Public Affairs y Relaciones Institucionales de Kreab Gavin Anderson ha precisado que es necesario primero identificar las tendencias globales y tenerlas en cuenta a la hora de establecer una legislación ya que cada vez se trasladan más los intereses comunitarios a los estados miembros en forma de legislación.
Desde la perspectiva política, el debate ha contado también con la participación de representantes del PP y del PSOE con una larga trayectoria en el cuerpo legislativo español, para un marco regulador en España con la demanda de la industria para que ello prospere. Así, Teresa Cunillera, diputada del PSOE ha resaltado las numerosas intentonas para regular el entorno del lobby en nuestro país, incluso reclamado en la constitución pero que nunca se ha regulado. Se deberían hallar puntos de encuentro y devolver al lobby el papel de trasladar los intereses ciudadanos al legislador. En este sentido, la diputada del PSOE ha asumido el compromiso de proponer a la Mesa del Congreso de los Diputados la elaboración de una regulación de los Lobbys en España. Gabriel Elorriaga, diputado del PP ha descrito las actuales relaciones entre instituciones y empresas como fluidas y constantes, de manera que el legislador lo ha de entender como imprescindible para poder cumplir con sus obligaciones con la sociedad.
Por otro lado, uno de los ejes clave para dar a conocer la labor del Lobby es la formación académica que empieza a darse en España. De esta manera, la profesionalización del sector crece gradualmente, lo que sin duda mejorará la mala imagen de esta profesión. El desconocimiento de la sociedad sobre esta profesión hace que se mantengan mitos que no se corresponden con la realidad. Jaime Olmos, Director de Public Affairs y Relaciones Institucionales de Kreab &Gavin Anderson cree que hay que estar preparados para romper algunos como el desempeño de esta labor de aquel que ha trabajado antes en la administración pública. Pero desde luego no hay que pasar desde luego por la administración pública para ser un buen lobbysta. Lo importante es la actividad dentro de un buen equipo. También por parte de las administraciones, hay un progresivo entendimiento sobre la labor de un lobbysta. Alberto Lahoz, Responsable del Regulatory y Public Affairs de Weber Shandwick ha matizado que no hay que hacer distinciones entre Lobby bueno- Lobby malo sino que hay que defender la legitimidad de cualquier sector, siempre y cuando sea transparente.
La capacitación de los profesionales ofrece sin duda una posibilidad de un interesante futuro laboral, según Miguel López-Quesada, Communications and Institutional Affairs Group Director de Gestamp. Solo la aportación de valor real por parte del área de public affairs facilitara que se abra un hueco para esta disciplina dentro de empresas e instituciones. Para Daniel Ureña, Socio- Director de MAS Consulting ha destacado que el sector está mejorando sustancialmente gracias a la profesionalidad de los que trabajan en ello. Dentro de las claves para ejecutar el lobby con eficacia, el lobbysta debiera tener capacidad entre otros de síntesis para facilitar el diálogo institucional.
Ángela Paloma, Asesora de Comunicación de Ideograma ha subrayado el papel de los medios de comunicación. La opinión pública ha de ser la opinión publicada ya que el lobby ciudadano es abierto. Tanto las empresas como las instituciones deben tenerlo en cuenta. Eduardo Puig de la Bellacasa, Director de Stakeholders Engagement de Telefónica ha reseñado la importancia de las redes sociales pero advierte de que no debe perderse la realidad y los medios de comunicación tradicionales.
Yolanda Roman, Directora de Estrategia de Public Affairs de Inforpress ha precisado que ninguna organización puede sobrevivir en este momento si no maneja la complejidad de lo público y si no es consciente de las expectativas ciudadanas y comerciales que tienen un impacto final en su cuenta de resultados. Ahora existe una mayor necesidad de generar alianzas y no solo entre iguales, sino entre los diferentes actores públicos, privados y los ciudadanos. José Ramón Caso, CEO de Ketchum Lenci Public Affairs ha considerado que la integración de emociones y argumentos técnicos es la mejor manera de hacer llegar los mensajes y conseguir resultados. Un excelente ejemplo es el caso del movimiento social de la plataforma anti -hipoteca en España y los cambios legislativos logrados, algo que hubiese sido impensable hace años.
El Lobby incorpora nuevas visiones y formas de actuar en gran medida por las nuevas maneras de relacionarse entre ciudadanos, empresas y poderes públicos. Un Lobby con nuevos entornos a los que debemos adaptarnos los profesionales ha señalado Sebastián Cebrian, Director General de Dircom. Mientras que Adolfo Aguilar, Director de Comunicación de Thales ha animado dentro de las mismas compañías a luchar para comunicar y ayudar a establecer contactos con los poderes públicos.
Asimismo, los participantes han destacado que las relaciones institucionales y los asuntos públicos se han convertido ya en pieza clave e imprescindible en el vínculo que una organización debe crear y forjar con sus diferentes y cada vez más amplios grupos de interés. Y han subrayado que para un mejor desempeño es necesario ampliar el foco de las cuestiones puramente regulatorias y legislativas a la apertura de canales continuos de diálogo y transparencia, como tarea habitual del papel consultor. Entre los grandes retos que afrontan las compañías a la hora de aplicar su estrategia de public y adecuarla al nuevo diálogo empresas-gobierno-sociedad, los participantes han destacado la necesidad de llevar a cabo una visión de 360º que enfoquen la diplomacia corporativa como un todo que sume a los supuestos tradicionales variables de creciente importancia como la comunicación política o la movilización 2.0.