Vuelve este jueves, 9 de mayo, a las 22.30 horas, Alberto Chicote, con «Pesadilla en la Cocina», producido por Eyeworks Cuatro Cabezas que estrena este viernes un «Principe para Corina». Barcelona, Sevilla, Valencia, Madrid o Almería son las provincias que el chef visitará. Se trata de resolver los problemas más variados en los negocios más diferentes. Alberto Chicote tendrá que enfrentarse a las dificultades de locales de la más variada oferta gastronómica. Un restaurante italiano, un local con un dueño de origen persa, un restaurante de alta cocina … un enorme abanico de variedades gastronómicas a las que el reconocido cocinero madrileño hará frente y todo lo posible para dar solución. «En ningún caso se trata de actores, sino de verdaderos protagonistas provinientes de un casting, y nuestra mayor satisfacción es que salgan adelante», señalan el director del programa, José Rueda y la directora de contenidos de eyeworks, Marias Recarte. «Mi restaurante favorito en España es el Celler de Can Roca, que lo está haciendo muy bien», señaló a El Programa de la Publicidad el carismático chef.
El programa también visitará locales alejados del tradicional concepto de restaurante: bares de tapas, chiringuitos de playa, cafeterías de Clubs deportivos, restaurantes de bodegas e incluso hoteles. En esta temporada los retos y entornos serán muy diferentes con problemáticas completamente distintas que necesitan del talento de Chicote para encontrar su camino. «De la primera temporada, nuestro mayor orgullo es que de diez de los doce restaurantes visitados, siguen abiertos»,señaló Chicote.
Los nuevos personajes son una emprendedora convencida de haber creado una nueva cocina que, sin embargo, nadie comprende. Un cocinero sin formación al que las circunstancias le están llevando casi a la ruina. Viejas glorias de la cocina que no han sabido reinventarse y han quedado ancladas en el pasado. Cocinas insalubres que debieran echar el cierre si las analizara un inspector de Sanidad. Dueños irresponsables que han invertido cifras astronómicas en sus negocios y contraído deudas que llegan al millón de euros. Así se presentan algunos de los retos a los que se enfrentará Alberto Chicote en su nuevo periplo por los restaurantes más problemáticos, sucios o sin rumbo del país.
En la presentación, con Carmen Ferreiro, directora de Programas de Atresmedia, Alberto Chicote, Edi Walter, director General de la productora Eyeworks-Cuatro Cabezas, y Marias Recarte, Directora de contenidos, Ferreiro explicaba que Alberto y «Pesadilla..» «son los mejores prescriptores para ayudar a un restaurante en apuros a evolucionar, con un Alberto más humano». «En esta ocasión se trata de ayudar a un amigo, de pasado gastronómico brillante y mediar entre dos amigos y cómo esos restaurantes han llegado a estar ahí por diferentes causas y cada uno es un mundo. Esa es la grandeza de Alberto. Su trabajo es elaborar menús, ver competencia, higiene, organización, y hacer cambios que no se recogen en los 50 min del programa». «Él sólo trata de ayudar como productora». «Lo que quería es hacer un programa difícil pero placentero de hacer. Vemos los vecinos, la diversidad de problemas y sabes que hay gente, familias, amigos con situación bastante límite, con deudas, posibilidad de desahucios, que arrastran a familiares…» «Alberto sufre mucho y somos muy afortunados de haberle encontrado tan involucrado con las cosas que van pasando y situaciones personales que van vas allá de la cocina o la higiene» . «Hace de psicólogo y amigo, se emociona cuando las cosas salen y es increíblemente tenaz y exigente», puntualiza la directora de contenidos de Atresmedia.
Edi Walter destacaba que «Alberto es el primero ayudando y llevando materiales como el último del equipo». «Lo que os vais a encontrar es un montón de restaurante nuevos, que afrontamos desde cero como un traje a medida, porque no hay dos restaurantes al que le siente bien el mismo traje», puntualiza el chef. «Analizamos dos meses antes el problema y buscamos un camino con análisis de mercado, tipo de publico, oferta gastronómica, motivación, etc. Son negocios que son como un banco, tiene muchísimas patas y hay tantas que siempre cojean por alguna y ponemos todo de nuestra parte». «Somos más de 50 tíos, muy involucrados y nos tenemos que volcar aún más para sacar estos negocios adelante es, desde los cámaras que sienten que hay que lanzar ese negocio adelante con el apoyo de la productora y la cadena, con un mensaje que ha calado muy bien», explica Chicote.
«Vais a ver más casos de «Pesadilla…» y muchos más elementos de sorpresa sobre cómo demonios han podido llegar a esto. No conozco los restaurantes y pienso ¡cómo existe este sitio que no es de mentira y son algunos sitios sacados de un mundo de ficción en que la realidad supera a la ficción. Esta semana estamos grabando y no puedo dejar de darle vueltas a un negocio de Almería, en que estábamos trabajando, que no te puedes creer a la protagonista». «En la temporada anterior vi todos los programas con alguien más y cuanto peor lo pasaba yo, mejor lo pasaban los demás, y esta temporada lo estoy pasando fatal».
«El primer restaurante que vamos a ver es el Katay en que dos jóvenes emprendedores quieren montar una tienda de ropa y deciden montar un restaurante asiático en Sevilla con dos cocineros chinos que no hablan español, muy amigos, aunque con rencilla ocultas y dos novias que no se pueden ni ver, y explota todo», indica Chicote. «Sus dos protagonistas son un italiano con ganas de trabajar y salir a delante con sueños rotos por lo mal que va y un sevillano al que le ha ido muy bien con sus padres y no entiende que hay que arrimarse y trabajar, y todo eso explota al llegar Chicote y uno de ellos se va fuera por primera vez», explica Marias Recarte. «Se trata xde altas dosis de coach y el gran reto es no sólo sorprender a los dueños de los restaurantes sino tratar de encauzarles».
Sobre la dinámica del programa y cómo consiguen los restaurantes señalan que «ellos nos llaman y ahora ya saben lo que ocurre. Las cosas han cambiado y algunos son muy resabiados y te ponen ‘trampitas’, como un cocinero italiano, que trata de meterme un retrueque y tenía que estar muy pendiente para que no me la metiese», puntualiza el chef de Lasexta. La sorpresa es que yo no participo en los castings de restaurantes y cuando me dijeron que se trataba de unos de los mejores restaurantes de nuestro país, «El yugo de Castilla», me quedé perplejo. Hace años esperaba la cita para ir a cocinar cada noviembre en él, con muy buenos chefs, era toda una referencia, y lo pasábamos de escándalo aunque luego le perdí la pista». Y ahora «El yugo», con Cristóbal me pedía que le echara una mano. Y te encuentras algo impresionante y le planto cara al chef. Yo le guardaba un respeto reverenciado pero ese tipo había desaparecido y el respeto y cariño desapareció. Era un tipo que se pone de cara con cuerno y rabo, y fue una grabación que te llega, porque fue muy dura. El resultado ha sido fantástico y si te llaman te merece la pena».
Sobre qué ganan estos restaurantes exponiéndose al escarnio público, y qué les cuesta este master acelerado, «ganan mucho y les damos la oportunidad que no tendrían si no vamos. Y si no son capaces es responsabilidad suya pero todos se merecen una segunda oportunidad. Cada propietario tiene la oportunidad de tener un futuro más brillante y depende de ellos y el público, y si tuviesen que financiar este «master» como dices no podrían hacerlo y en todos los capítulos hay, además, una reforma del local que hacemos nosotros, y la posibilidad de que haya tres o cuatro millones de españoles que no les conocerían nunca, para ver si han cambiado su manera de actuar», afirma Chicote. Sobre casting señala que «es un proceso muy duro en que buscamos los mejores restaurantes pero con problemas grandes y superables para que podamos echarles una mano, y con una historia emotiva de superación que contar».
«Aunque se trata de una semana son montones de horas y cámaras en la grabación, para montar cincuenta minutos de las cocinas». «Aunque haya una preparación, sólo se trata de una semana de grabación. Pero sería imposible forzar a un negocio a hacer nada que no quisiera. Sólo entramos, trabajamos y grabamos, y sabemos que hay un tiempo de grabación. El lunes por la mañana hacemos la revisión y viendo la cocina, no sabes lo que va a salir de ahí, y salen cosas que no las tenías pensadas o ni tenías idea de que eran así. Deudas que pasan de cincuenta mil a doscientos mil euros cuando el propietario/a se sincera. Hay cosas que cuestan creer. Ahora trabajo en un sitio en Almería que no me creo que pueda existir y todavía no entiendo qué demonios le pasa y ni un guionista es capaz de dibujarlo, y os acordaréis cuando lo véais porque es un Kaláshnikov».
«Pero hay partidas que se pierden como en el caso de los dos socios del principio y en uno de estos sitios surgieron problemas que no pudimos resolver de ningún modo porque no somos invencibles. Algunas veces la solución es cambiar al cocinero. Aunque parezca mentira hay cocineros que fuman y más cosas mientras cocinan. Si sólo fumasen…», puntualiza el mismo Chicote.
«Cuando la desidia entra por la puerta del restaurante todo va detrás. Dejas de limpiar y como no tengo gente, no limpio, o lo hago en veinte días. Y ¿cómo vas a trabajar en equipo si no hay gente? O cuando tienes deudas de cuatrocientos mil euros, las cosas pequeñas los pediditos dejan de importar o dejas de pagar al personal y mil cosas más. En esta segunda temporada, no todos los problemas son la suciedad o la falta de higiene». «Ojalá fuera así, porque limpiar la cabeza de un tipo es más difícil que limpiar un fogón».
Sobre el cv de los profesionales que participan y asesoran en el programa explica a El Programa de la Publicidad que » son profesionales del gremío, con la antigua FP, y el director gastronómico tiene un master de gestión de empresas, es cocinero, y director de hotel (Pedro). Tod. Mi formación fue la escuela de Hostelería que desapareció en el 87″, concluye el célebre chef de «Pesadilla en la Cocina».